El Gobierno del Pueblo!

lunes, 23 de enero de 2012

Carta a la clase política

Es difícil escribir sobre alguien a quien -en persona- no se conoce. Hablar de sus virtudes y defectos; éxitos y fracasos; victorias y derrotas puede ser subjetivo debido a éste desconocimiento que conlleva una relación impersonal, no obstante, el problema con ustedes radica en ser figuras públicas y -aún mas importante- que es en su persona en quien delegamos nuestra soberanía.

Es sabido que la clase política se encuentra para trabajar por el pueblo o, al menos, ese sería el ideal. La realidad es que no son mas que una carga que arrastra el pueblo mexicano. Ser político es un honor y ustedes han llevado ésta labor a términos ridículos. Se habla de su pereza, su falta de profesionalismo (aclarando que, me refiero a que no llegan a consensos por el bien de la Nación ya que ponen los intereses de su partido por sobre los del ciudadano, y no me refiero a que carezcan de estudios ya que diputados y senadores son representantes de cada rincón del país), los altos costos que genera su "trabajo", la consecución de su individualidad por sobre la comunidad y demás imágenes negativas que se nos vienen a la mente cuando escuchamos la palabra "político".  Por si fuera poco ésta forma nuestra de verlos ya no es sólo a nivel nacional, ¿recuerdan el artículo de hace unos días publicado por The Economist? Señores, déjenme decírselo: ya son una vergüenza a nivel mundial.

Tienen el poder de cambiar de rumbo a un país con muchas necesidades en sus manos y, lo único que hacen, es discutir sobre acuerdos para que pase una que otra ley de cada partido y -con eso- demostrar que  han trabajado arduamente para llevar mejores condiciones de vida al pueblo mexicano. Los acuerdos que ustedes hacen- supongo ya lo sabrán- no se llama política, se le llama GRILLA. Discurso tras discurso que no se ve reflejado en leyes necesarias y mucho más útiles que las que, por lo general, ustedes aprueban. En ustedes recae, lamentablemente, presente y futuro de la nación. Digo que es lamentable porque -debido al sistema partidista- los ciudadanos apartidistas no podemos aspirar a cargos públicos (al menos, no hasta 2015) ya que necesariamente debemos ser de algún color. Al teñirnos con éste podríamos incurrir en sus errores y demostrar -aunque ya esta hecho- que el poder corrompe y que los intereses del partido van primero que los del pueblo. 

Les hago este llamado como uno de los millones de mexicanos que estamos cansados de ver su labor. Dejen ya, de una buena vez, de grillar y pónganse a trabajar. Su labor es hacer de México un lugar próspero a través de la acción legislativa y no sólo enriquecer sus arcas. Ya lo he dicho antes, no todos los políticos son malos, muchos trabajan por el bien del país y las trabas las ponen los legisladores de ideología contraria.  Les pregunto ¿que les hace falta para servir a México favorablemente? Dicen llegar al poder para cambiar al país  y los favores a los que acudieron para llegar a éste los hacen ir en contra de lo que en algún momento pregonaron.  Terminan por servir al interés de la minoría y dejan en igual o peor condición a la mayoría.

¿Cuando piensan legislar por las verdaderas causas justas en el país? ¿Cuando le van a dar su lugar real al pueblo? ¿Cuando aceptarán que le han fallado a los que hemos creído en ustedes poniéndolos en ese lugar privilegiado? Tantas preguntas por responder al pueblo y su disposición quizá sea nula, sin embargo, la esperaré junto con miles de mexicanos que están en lucha por el bienestar de nuestro país a través de pequeñas trincheras o grandes movimientos ciudadanos. La cuestión es -al final- crear conciencia cada vez mas en los integrantes de una sociedad que se ha distinguido por ser apática, apolítica y desinteresada en este rubro y que han dejado a ustedes, amigos de la clase política, el país para hacer de él lo que mejor les parezca. 


Mientras tengamos un país, habrá que buscar la forma de tenerlo en la mejor situación para todos y cada uno de sus habitantes y no sólo de los que nos gobiernan.  ¿O ustedes que creen?



1 comentario:

  1. Mientras tengamos un país...

    Una crítica directa al mal desempeño de las funciones de algunos políticos, en particular los miembros de la actividad legislativa.

    Celebro la observación de una realidad a todas luces aparente que sin embargo parece intrascendente para muchos ciudadanos.

    No estoy tan segura de compartir tu opinión sobre la soberanía delegada, porque parecería que una vez que elegimos a nuestros representantes entoncesa allí termina nuestra labor ciudadana, cuando en realidad sería el inicio de una tarea de permanente evaluación.

    Cuando mencionas "Mientras tengamos un país habrá que buscar la forma de tenerlo en la mejor situación para todos y cada uno de sus habitantes y no sólo de los que nos gobiernan" frase con la que concluyes tus observaciones me haces recordar que después de ese punto final es donde se requieren las propuestas, de lo contrario solo nos quedamos en un análisis de couyntura.

    Saludos y enhorabuena por el blog!!!

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